La exposición al ruido es un factor de riesgo frecuente en los centros de trabajo. Puede provocar daño permanente al sistema auditivo así como otros efectos fisiológicos y psicológicos.
Con el fin de disminuir este riesgo, en los centros de trabajo normalmente se proporcionan protectores auditivos al personal expuesto a ruido, en algunos casos, como única alternativa de control. Por lo tanto, es vital predecir la atenuación que pueden proporcionar los protectores.
La reducción del nivel de presión acústica cuando se usa el protector se debe calcular en base a los valores de atenuación del protector por bandas de octava y las características del espectro acústico específicas del centro de trabajo.