Diseño Acústico para Restaurantes

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Alzar la voz durante las comidas implica un gasto de energía extra para el organismo y la acentuación del stress. Comer en un ámbito ruidoso, además de perturbar una conversación entre amigos, puede producir diferentes perjuicios a la salud: cansancio, cefaleas, disfonía y por supuesto, problemas digestivos. Los restaurantes que proponen un ambiente calmo y distendido se jerarquizan. El especialista en acústica arquitectónica debe ofrecer un diagnostico fehaciente y un conjunto de soluciones para mejorar las condiciones acústicas en los restaurantes. ¿Es posible asegurarnos de tener confort acústico antes de la construcción y decoración del restaurante? Claro
que sí. Pero para entender como puede lograrse debemos primero conocer algunos aspectos básicos de la acústica en esta clase de espacios.

 

 

Reverberación

La reverberación es el efecto que producen las múltiples reflexiones del sonido en las superficies del recinto. Su duración es crucial para entender las palabras de un interlocutor, ya que a mayor tiempo de reverberación menor es la inteligibilidad de la palabra. La duración de la reverberación se define en acústica como el tiempo de reverberación, abreviado TR. Si el TR es prolongado, unos sonidos interfieren con otros, ya que los primeros tardan excesivamente en extinguirse.

El efecto se acentúa en espacios amplios y con superficies duras y poco porosas como, por ejemplo, templos o gimnasios. Pero un bajo TR también puede resultar incómodo, ya que produce una sensación antinatural.

En los restaurantes se recomienda que ese valor esté comprendido entre 0,5 y 0,9 segundos. Para obtener un espacio bien acondicionado, es menester utilizar revestimientos absorbentes acústicos. Los materiales acústicos se definen por su capacidad de absorción del sonido, utilizando para ello el concepto de coeficiente de absorción. Este coeficiente esta comprendido entre valores de 0 y 1.

Un coeficiente de 0 indica que el material no absorbe, solo refleja el sonido. Ejemplos de materiales con escasa o nula absorción son los pétreos, los cerámicos, los bloques, el concreto, etc. En cambio, si su coeficiente de absorción se encuentra más cerca de 1 serán eficaces para controlar la reverberación y el eco. Estos acabados son blandos y porosos, como moquetes y tapices, cortinados. Pero existen productos comerciales más eficientes y con mejores propiedades que habitualmente se denominan paneles acústicos.

Los paneles Decoracustic presentan propiedades inmejorables:

Llegan a alcanzar un coeficiente de 1 (100% de absorción acústica) y además son ignífugos y poseen una excelente estética, lo cual de por sí lo hace un material decorativo. Arquitectura y acústica pueden combinarse en armonía.

El ruido

Para que el diálogo entre dos personas separadas a 1 metro de distancia pueda realizarse con voz normal, es necesario que el nivel de ruido de fondo no supere los 65 dBA. Tanto el ruido producido por los equipos de climatización, como el escaso aislamiento del exterior o de las áreas del servicio, así como el nivel sonoro producido por las voces de mesas vecinas, pueden llevar este valor a ser muy superior.

 

Si bien el control de la reverberación permite reducir la energía reflejada, no actúa sobre el sonido directo y, por ende, la colocación de paneles acústicos puede no ser suficiente. Entonces, ¿qué podemos hacer? Antes que nada, como asesores acústicos, debemos realizar un buen diagnóstico del proyecto. Si se trata de una obra ya ejecutada con la actividad en funcionamiento, deben realizarse mediciones de los niveles de ruido, la evaluación del tiempo de reverberación y condiciones de inteligibilidad de la palabra.

Mediante este diagnóstico, se podrá determinar cuáles son las soluciones arquitectónicas tanto desde un punto de vista acústico como funcional, económico y estético. Debe analizarse si la densidad en el espacio es correcta, en términos de comensales por m2, determinar si es posible hacer algún tipo de subdivisión del espacio o diseño que permita que el sonido no pueda recorrer largas distancias sin encontrar algún obstáculo, una geometría no paralela para evitar la reflexión entre paredes opuestas, etcétera.

Diseño

Un problema acústico no se resuelve mágicamente, sino empleando el esfuerzo y conocimiento de especialistas en el diseño y cálculo de la mejor solución. La solución de un especialista en acústica debe tener en cuenta el diseño estético, la armonía con lo pre-existente y el respeto por el carácter y la personalidad de cada local. Debe realizar un revelamiento arquitectónico previo, trazar objetivos concretos, como la reducción del ruido y la reverberación a valores técnicamente adecuados y realizando modelos y dibujos 3D para la mejor comprensión de las soluciones.

El secreto de un buen consultor en acústica, debe estar en la innovación y originalidad de la solución. El especialista en acústica, debe hacer un trabajo integral y no remitirse solo al aislamiento o los temas que hacen referencia al ruido. Todo el entorno es importante, a la hora del diagnóstico y de la solución.

Arq. Alejandro Badanian






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